"Regale amor, regale juguetes, regale cariño"
Así cantaban en nuestra época, aunque no era el segundo domingo de agosto, sino el primero.
Tengo hermosos recuerdos del tan esperado día. Podría decir que competía con mi cumpleaños y Papá Noel por igual, sin olvidarme del día de Reyes.
En casa nos despertaban con regalos y una paleta de caramelo gigante! Ese día podíamos comerla a toda hora. Era tan grande que la guardábamos en el congelador y la seguíamos comiendo al rato. Como somos 4 hermanos, el congelador estaba particionado y debíamos recordar donde habíamos dejado cada uno la suya.
Ni bien agradecíamos el regalo, corríamos a la puerta y todos los chicos del barrio salíamos a jugar a la calle. No recuerdo un solo domingo lluvioso, siempre terminábamos la mañana con los amigos de la cuadra.
Este domingo nos toca con Chris despertar a nuestros 2 peques, Alfon y Fran. Y nos encantaría poder sembrar en ellos un recuerdo que vaya más allá de lo material.
Para ellos y los que como ellos, llenan nuestras vidas de risas y alegrías, de llantos y berrinches (que vuelven a ser sonoras carcajadas, aún con el río de lágrimas en sus mejillas).
Muy feliz día del niño!!!!
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